Además, la practicidad no está en absoluto reñida con la belleza: una cocina puede ser a un mismo tiempo bonita y cómoda.
Por ello, te mostramos pautas a tener en cuenta para lograr que tu cocina sea ergonómica.
Personaliza tu cocina: tu cocina debe estar hecha a tu semejanza. Porque es para ti y tú vas a ser quién la disfrute. O en el peor de los casos… quien la sufra.
Proyecta la cocina organizando correctamente el espacio y minimizando los desplazamientos entre las diferentes áreas de trabajo. Estudia la actividad habitual y diseña en consecuencia.
Dale a la imaginación en el interior de los cajones. Antes eran un saco sin fondo donde se perdía todo. Hoy, la oferta de cajones es amplísima con una gran cantidad de soluciones imaginativas.
Apuesta por las barras exteriores en las que colgar los útiles de cocina: son bonitas y prácticas. Ni siquiera tienes que abrir un cajón para alcanzar el objeto que deseas.
Fíjate en los herrajes y elige aquellos que se deslizan con suavidad y cuentan con topes que facilitan que las puertas de los armariosqueden abiertas en distintas posiciones sin ruido alguno. Descubre los distintos sistemas de apertura para facilitar la accesibilidad de forma natural: abatible, oblicua, paralela, plegable…
